Una visión general en profundidad de la regulación del juego en México

A México claramente le falta una industria de las apuestas claramente regulada que todos los destinos excelentes suelen tener. México es uno de los países de Latinoamérica donde las apuestas no son completamente legales. A pesar de la resistencia de México para legalizar los juegos de apuestas, el país está acercándose centímetro a centímetro a esa meta cada año.

Todo esto data de una ley aprobada en 1947 por el presidente en ese entonces, Lázaro Cárdenas, que declaró ilegales las apuestas en 1935. Todo lo que esto logró fue que la industria se hiciera clandestina, fortaleciendo a los carteles, que ya eran peligrosamente poderosos.

Eventos pasados relacionados con apuestas en México

A pesar de su estado de ilegalidad, sí hay apuestas en México. Se toleran las apuestas en carreras de perros, máquinas de juego, peleas de gallos, apuestas deportivas, lotería, jai alai y tarjetas de raspa y gana. Pero no existen casinos adecuadamente regulados como tal. La situación actual se contradice con la tradición y herencia mexicana, que ha tenido a las apuestas como parte central desde la antigüedad con los aztecas. Cuando los franceses intentaron colonizar el país en el siglo XIX, se encontraron casinos en el país. La Revolución Mexicana puso un freno a los 30 años de mandato del presidente Porfirio Díaz en 1911 y también puso una barrera a la industria mexicana de las apuestas.

¿Cómo es la situación de las apuestas en México actualmente?

La incertidumbre que rodea la legislación actual de apuestas en México es producto de una legislación llamada “Reglamento de la Ley Federal de Juegos y Sorteos”, que intentó regular la actividad de apuestas en 2004. La ley volvió a ser enmendada para clarificar la regla con respecto a “juegos electrónicos basados en habilidades” que solo se admitían con un permiso especial. Hubo mucha más conmoción cuando las mismas regulaciones parecían incluir a las máquinas tragamonedas en esta categoría.

Para garantizar que no hubiera ambigüedad en el status quo, la Ley Federal de Apuestas está siendo analizada actualmente por el gobierno. Si la Ley es aprobada, aceptaría oficialmente que las apuestas existen y que creará un nuevo Regulador para supervisar todas las actividades de apuestas. En ese punto, México podría ver las ventajas de la industria de apuestas bien reguladas y cómo puede ser una fuerza positiva para la sociedad.

Generalidades de la Ley Federal de Apuestas

La Ley garantiza que se les paguen sus ganancias a los jugadores. El gobierno podrá imponer impuestos de apuestas que paguen la regulación y los operadores de apuestas se verán forzados a implementar medidas estrictas contra el lavado de activos. Además, los propietarios de las licencias denegarán sus servicios a los apostadores menores de edad y problemáticos. Finalmente, las compañías de apuestas con licencia serán monitorizadas de forma frecuente y se examinarán sus finanzas para garantizar que están cumpliendo las reglas. Ahora los jugadores pueden colocar sus apuestas en juegos como ajedrez, dominó, dados, bolos, billar, juegos de pelota, deportes físicos, carreras de caballos y de automóviles.

Los beneficios del futuro regulado

México no es el único país que ha pasado por este tipo de desarrollo histórico. A medida que la tecnología y el Internet siguen creciendo, las otras naciones han enmendado sus regulaciones para reflejar las formas diferentes en que las personas apuestan. Han desarrollado entornos reguladores más sólidos para gestionar la influencia de una industria que atrae inmensamente a los jugadores, pero también aumenta los impuestos valiosos que puedan convertirse en fondos para beneficiar a la sociedad en general. Con este marco de legalización, los operadores de apuestas han podido desarrollarse.

México podría mirar a Reino Unido como un ejemplo de esto. En Reino Unido, la Comisión de Apuestas regula los negocios que ofrecen productos y servicios de apuestas en Gran Bretaña. Todo lo relacionado con las apuestas, desde la Lotería Nacional hasta las máquinas tragamonedas en los bares, es supervisado por la Comisión. Según la legislación, los inspectores pueden realizar visitas frecuentes a las instalaciones con licencia para obtener información y dar pasos para resolver o prevenir problemas, de ser necesario. La Comisión también revisa el aspecto financiero de los propietarios de las licencias de apuestas para garantizar que todo sigue las reglas.

Conclusión

Si el país acoge a una industria de las apuestas bien estandarizada, se convertirá en un destino de vacaciones todavía más buscado por las personas a las que les gusta apostar. Una industria segura y regulada que contribuye a la economía y al bienestar social de su gente seguramente está en la dirección correcta.